Está dirigida al tratamiento de la fascia, que es el tejido encargado de envolver y conectar todas nuestras estructuras: músculos, tendones, huesos y vísceras de una forma ininterrumpida. Esta continuidad nos confirma el concepto de globalidad del cuerpo, de forma que una tensión o lesión en un punto cualquiera del sistema fascial puede afectar a cualquier parte del cuerpo.
Estas técnicas aplicadas sobre el sistema cráneo-sacro regulan el funcionamiento del Sistema Nervioso Central (cerebro y médula espinal), su estructura ósea y las meninges.