El papel del hígado en el metabolismo de los estrógenos es bien conocido, pero la participación de la microbiota en este proceso se encuentra en pleno estudio en los últimos años.

Vamos a introducir dos conceptos que son importantes para poder entender la relación que existe entre la microbiota y los estrógenos. El primero de ellos es el microbioma, que es el conjunto de genes de nuestras bacterias, es decir, podemos definirlo como el ADN bacteriano y como curiosidad sabemos que supera en unas 150 veces al genoma humano según algunos estudios y al que se le atribuyen más de 20000 funciones en nuestro organismo. Y el segundo, concepto acuñado desde hace pocos años, es conocido como estroboloma, conjunto de genes bacterianos del microbioma relacionados exclusivamente con el metabolismo de los estrógenos.

Si nos referimos al microbioma de nuestro intestino, incluyendo el estroboloma, son realmente estos genes bacterianos los que van a determinar, no solo la función digestiva, sino también la función metabólica, inmunológica y hormonal, sin olvidar su participación en nuestra conducta y estado de ánimo (eje microbiota-intestino-cerebro) (1). Además todo ello va a depender de diferentes factores como son la genética, el embarazo, tipo de parto, presencia o no de lactancia materna, alimentación, ejercicio físico, estrés, exposición a antibióticos u otros fármacos… (2).

Para hacer mas didáctico este post vamos a explicar de una manera bastante simplista y reduccionista por nuestra parte la relación que existe entre la microbiota y los estrógenos, teniendo en cuenta la complejidad del tema.

Una vez que los estrógenos han realizado sus funciones en los diferentes tejidos del organismo que poseen receptores para los mismos, son transportados hasta el hígado donde deben ser metabolizados (Fase I y II de hígado), para posteriormente ser eliminados a través de la orina y las heces. Decir también que los xenoestrógenos, compuestos químicos artificiales (plásticos, cosméticos, pesticidas…) y los fitoestrógenos, compuestos químicos naturales presentes en algunas plantas (soja, lino, sésamo, frutos del bosque, legumbres, trébol rojo…), ambos con capacidad estrogénica, siguen esta misma vía para su eliminación.

Pues bien al llegar a nuestro intestino se van a encontrar con ciertas enzimas producidas por nuestras bacterias intestinales (beta glucoronidasas y sulfatasas) que pueden volver a activar (desconjugar) estos estrógenos y devolverlos nuevamente a la circulación sanguínea. Visto así podrías pensar que reabsorber estrógenos no debe ser nada bueno, pero es cierto que este es un mecanismo fisiológico necesario, ya que constituye una reserva de estrógenos. Y no olvides que los estrógenos son necesarios para gozar de una buena salud (hormonal, ósea, cerebral, intestinal…) (3)

El problema se presenta cuando nuestra microbiota no se encuentra en equilibrio, como por ejemplo en el caso de una disbiosis, es decir una alteración en el número o en el tipo de bacterias que se encuentran en nuestro intestino. Esto dará lugar a una inflamación crónica de bajo grado (low grade inflamation) y a una alteración del ya conocido estroboloma, en cuyo caso podemos encontrar dos escenarios posibles:

  • Exceso en la reabsorción de estrógenos. Las enzimas beta-glucoronidasas y sulfatasas se encuentran demasiado activas, como consecuencia tendrás un exceso de estrógenos. Si es este tu caso quizá estos síntomas te resulten familiares:
    • Dolor durante la regla.
    • Sangrados muy abundantes, con coágulos y largos (de 5 o más días)
    • Periodo irregular
    • Mamas hinchadas y sensibles
    • Mamas fibroquísticas
    • Dolores de cabeza, migrañas
    • Contacturas, calambres
    • Irritabilidad
    • Ansiedad, depresión
    • Fatiga
    • Miomas
    • Endometriosis
    • Colon irritable
    • Enfermedades autoinmunes como Hipotiroidismo de Hashimoto, Artritis Reumatoide, Enfermedad de Crohn…

                Además el exceso de estrógenos se ha asociado a diferentes tipos de cáncer: mama (4), ovario, endometrio, colorrectal, próstata.

  • Insuficiente reabsorción de estrógenos y fitoestrógenos. En este caso se produce una baja actividad enzimática con la consecuente reabsorción insuficiente de estrógenos, lo que se asocia a: (5)
    • Obesidad visceral
    • Síndrome metabólico (colesterol elevado, hipertensión arterial, resistencia a la insulina…)
    • Diabetes tipo 2
    • Mayor riesgo de Enfermedad Cardiovascular
    • Osteoporosis
    • Infertilidad
    • Déficit cognitivo
    • Demencia
    • Depresión
    • Ansiedad
    • Sequedad de piel y mucosas: vaginal, ocular…

La reabsorción de estrógenos a nivel intestinal juega un papel fundamental durante la menopausia, ya que puede contribuir a elevar los niveles disminuidos de estrógenos en la mujeres durante este período.

Por último y para que sirva como broche final, diremos que una microbiota saludable es imprescindible para una buena salud hormonal, de la misma forma que los estrógenos fomentan una correcta función intestinal modulando la permeabilidad intestinal, regulando las tight junctions y disminuyendo la inflamación intestinal.

En los siguientes post te enseñaremos qué puedes hacer para mejorar cualquiera de estas condiciones y mejorar tu salud hormonal.