El ser humano tiene una tendencia natural a crecer y desarrollarse. Todo bebé o niño que tiene cubiertas sus necesidades básicas de alimentación, higiene, cuidados, seguridad física y en su hogar tiene unos padres que le dan amor y lo nutren emocionalmente, adquiere la confianza y libertad de poder moverse siempre que no haya disfunciones que se lo dificulten. Buscará de manera natural explorar, jugar, experimentar, descubrir y conocer el mundo que lo rodea y a las personas que lo habitan. Cuando esta curiosidad no aparece deberíamos pararnos a analizar porqué.
En este post analizaremos algunos aspectos fundamentales del recién nacido y los primeros meses de vida y te daremos algunos consejitos para sacar todo su potencial.
Las funciones que desarrollamos desde que nacemos, se desencadenan en una secuencia genéticamente predeterminada, pero influenciada por los estímulos que nos ofrece nuestro entorno. Si los estímulos son correctos y se dan de forma frecuente el bebé logrará precisión y coordinación en sus movimientos. Desplazarse y relacionarse nutren su cerebro y esto tendrá una repercusión para el futuro aprendizaje. Por tanto:
- Facilita un entorno seguro para que tu bebé pueda explorar y moverse con libertad. Prepara un lugar para él, libre de peligros, usad juguetes que le ayuden a desarrollarse (madera, diferentes superficies y texturas, estímulos auditivos, visuales…).
¿Habías pensado que tras el nacimiento, todos los mamíferos se ponen en prono excepto el ser humano? Piensa en una jirafa, un ternero, o un chimpancé…Somos los únicos que toleramos el supino, pero filogenéticamente venimos preparados para el prono, ya que al nacer nuestra columna es una única cifosis. Será más adelante con el control y enderezamiento de la cabeza y la bipedestación cuando se configuren las curvas lordóticas que presenta la columna del adulto. Cómo hacemos:
- Pasa tiempo boca abajo con tu bebé siempre que esté despierto y vigilado. Lo ideal es sobre una superficie firme, mejor que en el sofá o en un colchón, de este modo le resultará más fácil enderezarse, sus apoyos en pies y manos serán más estables. Por ejemplo las alfombras tipo puzzle son estupendas porque no resbalan. Juega con él en el suelo, si es necesario ayúdale a voltearse para uno y otro lado, y a ponerse a cuatro patas si tiene dificultad. Pasar por todas estas etapas es fundamental para su desarrollo.
Movemos nuestro cuerpo con la misma precisión que lo sentimos. ¿Y cómo despertar ese mapa sensorial en el cerebro del bebé? Fácil, con el tacto. Un bebé puede sentir en su piel mejor de lo que ve, oye o saborea, por tanto, cuanto más lo tocamos mejor sentirá su cuerpo y mejor se moverá en un futuro. Para ello:
- Dedica al menos una hora al día de contacto piel con piel. Recorre todo su cuerpo, el contacto debe ser firme y profundo, como si quisiéramos que cada área que tocamos se despierte en su cerebro. Las manos, pies y boca son las zonas donde mejor siente así que dedícales especial atención. Los masajes pueden ser una idea genial. Además permite que vaya descalzo en casa, si hace frío con unos calcetines será suficiente. Sus pies sienten más si no hay tejidos que se interpongan.
La lactancia como sabes, y si no te lo refrescamos en este post, tiene grandes beneficios. Ayuda a crear un buen vínculo madre-hijo, potencia su sistema inmune y madura el digestivo, favorece el desarrollo del cráneo y la musculatura de su cara, integra reflejos primitivos de búsqueda y orofaciales, etc. Sugerencias:
- Si das el pecho deja que tu bebé busque por sí mismo el pezón, si fuese biberón estimula alrededor de la boca antes de enchufárselo directamente, así facilitamos la integración de reflejos y prepararemos la boca esté para futuras funciones como el hablar, deglutir, soplar o besar.
- A partir del año el chupete empieza a tener incovenientes: mayor prevalencia de otitis, deformación del paladar y la dentadura… por tanto alrededor de esta edad es un buen momento para ir retirándolo progresivamente.
Un bebé necesita movimiento. Les relaja, ya que actúa como sedante y calmante, favorece el control de su cabeza y tronco, desarrolla su postura, el equilibrio, la orientación, tonifica su musculatura, les permite integrar muchos de los reflejos primitivos, les aporta seguridad emocional… Por tanto:
- Portea a tu bebé con fular, mochila o llévalo en brazos siempre que puedas (post). Tenlo erguido ratos largos, mécelo, baila con él, juega a cabalgar, a desequilibrarlo hacia los lados, haz el avión…No lo tengas en una burbuja que no se rompen, y todos estos estímulos son fundamentales para desarrollarse sin límites.
Si crees que tu bebé adquiere lentamente las etapas propias de su edad, intenta estimularlo mucho con estas herramientas que ya conoces. Y por supuesto, sal de dudas consultando con profesionales, entre ellos fisioterapeutas especializados en pediatría del desarrollo que te asesoren. Por lo general un bebé que se queja mucho, está muy tenso o demasiado flácido, irritable o no mueve alguna de sus extremidades al igual que la otras quizás tenga disfunciones susceptibles de mejora con un tratamiento apropiado. Recuerda que siempre es posible mejorar.
Los adultos debemos estimular pero sin intervenir precipitada y erróneamente, ya que el bebé no debe hacer nada a lo que no haya llegado por sus propios medios cuando tiene los recursos necesarios para hacerlo por sí mismo. Tengamos paciencia y no aceleremos los tiempos.
Crecer es un apasionante camino, permítenos acompañarte.
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