Podría parecer ciertamente presuntuoso intentar resumir la importancia que está tomando el estudio de la microbiota en lo referente a la salud en una única entrada de este blog.  Por ello muchas de ellas girarán en torno a “nuestras amigas las bacterias”. Intentaremos dar a conocer información actualizada con el mayor rigor científico posible, siendo conscientes de que la ciencia avanza a un ritmo vertiginoso en lo que a publicación de estudios científicos se refiere.

Como punto de partida podemos comenzar definiendo el término microbiota. Por microbiota entendemos el conjunto de microorganismos que habitan en nuestro organismo (piel, aparato digestivo, aparato genitourinario, aparato respiratorio, boca…). Además de bacterias, en ella podemos encontrar virus, hongos, levaduras, protozoos y arqueas.

A partir de ahora utilizaremos el término microbiota o bacterias indistintamente para referirnos a esta primera.

En los últimos años nos hemos empeñado en proporcionarnos un ambiente lo más aséptico posible para nosotros y para nuestros hijos, y nos hemos encargado de eliminar cualquier posible rastro de bacterias, ya sea en la cocina, en la ropa, en la higiene personal, en los juguetes de los hijos… culpándolas de ser las causantes de muchas de las enfermedades que padecemos hoy día. Incluso hemos intentando romper nuestra relación con estos “viejos amigos” (hipótesis propuesta por Graham Rook en 2003), y ¿no es cierto que ellas estaban aquí mucho antes que nosotros?. Es más, podemos decir que nosotros estamos aquí gracias a ellas. De hecho los 2,5 millones de años que lleva el género “homo” en la Tierra podrían resultar bastante insignificantes si los comparamos con los aproximadamente 3.500 millones de años que llevan las bacterias sobre la faz de la Tierra.

Además, si nos paramos a pensar en la simbiosis mutualista (relación en la que ambos, ser humano y microbiota salen beneficiados) podríamos pensar que las bacterias tienen un mayor peso en esta asociación. De hecho en nuestro organismo tenemos diez veces más bacterias que células, y el conjunto de genes de la microbiota, conocido como microbioma, supera en unas ciento cincuenta veces al genoma humano. Supongo que a estas alturas da un poco que pensar ¿no?.

Los cambios en el estilo de vida actual (alimentación, sueño, estrés , ejercicio físico…) y las prácticas médicas como el “sobreuso y abuso” de antibióticos, entre otros medicamentos, han alterado el contenido y la diversidad de la microbiota, además de haber reducido nuestra exposición a las llamadas infecciones antiguas y a los microorganismos del entorno natural en el que los seres humanos y bacterias hemos evolucionado conjuntamente. (estudio)

Bien, pues en este primer post lo único que pretendemos es despertar tu interés por estas sorprendentes bacterias y que seas consciente del papel que desempeñan tanto en la salud como en la enfermedad, y si te atreves, por qué no, que nos acompañes en este apasionante camino que te llevará a conocer mejor como funciona tu organismo y qué puedes hacer para mejorar tu salud.